Si hay algo que me fascina es el skincare. Me encanta clavarme con las fórmulas, descubrir nuevos ingredientes y técnicas beneficiosas y, claro, probar productos nuevos. Siempre estoy en búsqueda de más luminosidad, hidratación y humectación (y de pasom menos granitos, aunque ya estoy aceptando que son totalmente normales y naturales). Después de probar mil-y-un cosas, decidí enfocarme en la simplicidad y esto transformó mi piel por completo. Les cuento de los cinco hábitos para que ustedes también los puedan adoptar.
5 hábitos de skincare que transformaron mi piel por completo
1. Una rutina *realmente* minimalista
Antes mi rutina podía tener 130 pasos y yo los hacía feliz de la vida: tónicos, sueros , esencias, mascarillas, aparatos, cremas, aceites… Honestamente sí, se veía luminosa mi piel, pero también congestionada y con los poros enormes. Ahora, mi rutina es lo más minimalista posible. Por las mañanas uso limpiador, crema o aceite y protector solar (en casos de emergencia, doy un boost con ayuda de un suero). Por las noches, hago doble limpieza con el mismo limpiador, tónico exfoliante (formulado para usarse diario) y crema o aceite. Desde que reduje mi rutina mi piel está mucho más luminosa, sana y feliz (aparte de que mis poros están menos congestionados y tengo menos brotes de acné). Les prometo que menos es más.
2. Adaptarme al momento
Antes, si me tocaba exfoliación, exfoliaba mi piel aunque estuviera irritada y empeoraba significativamente la situación. Ahora, me fijo en cómo está mi piel y tomo en cuenta qué es lo que necesita y a partir de eso creo mi rutina. Si está deshidratada, uso un suero de ácido hialurónico y una crema espesa. Si está reseca, uso mi aceite favorito (el de vitamina C de Biossance). Si tengo ojeras, uso unos parches para el contorno. El chiste es darle a mi piel lo que necesita en el momento.
3. Nunca exprimir mis granitos (ahora sí)
Siempre he dicho que no hay que hacerlo porque es pésimo para la piel, pero tengo que confesar que de todos modos lo hacía secretamente. Después de un granito que tardó casi un mes en sanar y que me dejó una mancha roja que todavía no se me quita por completo, aprendí la lección. Ahora, cuando me sale un granito corro a ponerme un parche para acné (si es de Starface, todavía mejor) y trato de olvidarme de que existe. Les prometo que cuando no exprimes los granitos sanan muchísimo más rápido. ELLE CONSEJO: Recuerda que el acné es totalmente normal y que la piel perfecta no existe.
4. Siempre, siempre, siempre lavarme las manos
Cada vez que voy a aplicar un producto me lavo las manos con jabón neutro, las seco bien y, ahora sí, aplico el producto. ¿Por qué? Porque entre productos contesto mails, mensajes, acaricio a mi perro y básicamente toco mil-y-un cosas que contienen bacterias y suciedad. Al lavarme las manos constantemente, evito pasar todas estas bacterias y suciedad a mi piel que pueden provocar acné. Lo mismo aplica para cuando me maquillo (sí, este es un recordatorio de que laves tus brochas) .
5. Dejar de usar productos porque le funcionan a los demás (o porque tienen un empaque muy bonito)
Me tardé en entenderlo y en hacerlo, porque si Hailey Bieber recomienda un producto OBVIAMENTE lo quiero probar. Pero después de varios desastres, aprendí que lo mejor que puedo hacer es utilizar productos que están formulados para mi tipo de piel y son libres de ingredientes que sé que me caen fatal. ¿Puntos extra? Te ahorras muchísimo dinero cuando dejas de gastar en cosas que no necesitas y no vas a aprovechar al máximo.