Las cosas como son: una de las peores partes de estar estresada es que se nota en todo tu cuerpo. Desde la forma en la que duermes y comes hasta reacciones en la piel y el cuero cabelludo. Pero esta vez, vamos a hablar del cuero cabelludo, si últimamente sientes que está más grasoso de lo normal, que se te está cayendo mucho el pelo o te pica la cabeza, es muy probable que sea por estrés.
¡¿QUÉEEEE?!
Como lo leíste. El estrés aumenta nuestros niveles de cortisol y esto tiene un impacto directo en nuestra piel, por eso te salen granitos cuando tienes una crisis de estrés. Y, evidentemente, también afecta los folículos de nuestro cuero cabelludo, desencadenando todos los problemas mencionados anteriormente. Sí, ahora es un buen momento para bajar Headspace , la APP de meditación. Pero también te dejamos las claves para ajustar tus hábitos de cuidado capilar.
1. Si tu pelo está grasoso
Si tu pelo está grasoso, no lo limpies obsesivamente diario, ni apliques shampoo en seco durante el día. Cuando retiras por completo el sebo, también estás retirando la barrera natural que protege tu cuero cabelludo. Para compensar esta pérdida, la piel empieza a sobre-producir grasa, empeorando el problema significativamente. La solución está en utilizar un shampoo especializado para que tu cuero cabelludo se regule naturalmente. Cuando apliques el acondicionador, hazlo únicamente de medios a puntas. Y si puedes aplicar una mascarilla purificarte una vez al mes, aún mejor.
2. Cuando te pica la cabeza
Lo mismo del punto anterior aplica si te pica la cabeza o tienes caspa. No seas agresiva ni intensa, tienes que tratarlo con paciencia. Empieza utilizando un shampoo que hidrate con profundidad y sea calmante, mientras menos fragancias tenga, mejor. Agrega un suero o tratamiento a tu rutina que desintoxique la piel, elimine la acumulación de impurezas y alivie la picazón y la irritación.
3. Se te está cayendo el pelo
Una cosa es que se te caiga el pelo más de lo normal y otra MUY diferente es que la caída sea excesiva. Si sientes que la situación está fuera de control, acude con un experto inmediatamente. Si la caída es relativamente normal, puedes cambiar tu rutina de cuidado capilar normal por una anti-caída. También es importante que cuides algunos hábitos; no te cepilles el pelo cuando está mojado o húmedo. Al peinarte, no uses herramientas de calor y no aprietes mucho las ligas. Por último, evita teñirte el pelo o hacerte tratamientos que sean demasiado agresivos.