Para saber cómo diferenciarlos y consumir los probióticos que sí te aportarán beneficios, primero debemos saber qué son en realidad. “Éstos son bacterias, pero bacterias benéficas que nos permiten estimular los ácidos gástricos y enzimas para tener buena digestión”, explica Doménika Sánchez, Health y Fitness Coach y fundadora de The Life Guru. “Nuestro cuerpo contiene más bacterias que células y ellas son las que ayudan a luchar contra enfermedades, a digerir mejor la comida, disminuir niveles elevados de colesterol, regular el sistema inmunológico y hasta estabilizar tu estado de ánimo”, añade la experta.
Hay algunos casos y estudios que señalan que, por más dietas que hagas, el que no logres bajar de peso es porque tu balance de bacterias intestinales no está bien. “Si logras regularlas, digamos que tu cuerpo estará desintoxicado, desinflamado, nutrido y restaurado, por lo que, en consecuencia, podrás perder peso”, finaliza Jenny Vargas.
Entonces, ¿cuáles debemos consumir? Éstos son los alimentos fermentados que, se cree, sirven
para aliviar cierto grado de indigestión y que logran atrevesar la barrera gástrica para absorber mejor los nutrientes y fortalecer el sistema inmunológico.
KEFIR
Producto lácteo similar al yogur, fermentado a través de hongos y bacterias, como los lactobacilos.
Otros alimentos fermentados que se hacen a base de col y otros vegetales. Éstos también cuentan con cepas de bacteria, pero aún no hay estudios que comprueben el tipo de bacterias que crecen en ellos.
Bebida fermentada a base de té negro con sabor ácido, en el que no solo crecen bacterias buenas, sino hasta hongos benéficos.