Hay joyas que acompañan, abrazan, se vuelven parte de ti y de tus recuerdos. Así es Clash de Cartier, una colección que celebra la dualidad del amor con piezas fuertes, delicadas, elegantes y rebeldes.
Presentado por Cartier
Hay historias de amor que se convierten en leyenda por su pasión e intensidad, como la de Shah Jahan y Mumtaz Mahal, quien mandó a hacer el Taj Mahal como testimonio del amor que sentía por su esposa y hoy, casi 400 años después, es una de las Siete Maravillas del Mundo. Es con este tipo de pasión con la que Cartier creó su colección Clash, con piezas atemporales que trascienden la moda.
Hay amores que son para toda la vida, es en eso en lo que se inspira Clash de Cartier, con joyas hechas para acompañarte por siempre, con estilos atemporales creados para ser un recuerdo de ese amor tan puro y único que alguien siente por ti. Piezas fuertes hechas en oro o engastadas con diamantes que son una declaración de amor para toda la vida.
Las relaciones de pareja cambian, evolucionan y se transforman a través del tiempo y eso lo refleja a la perfección Clash de Cartier con piezas audaces, sofisticadas y únicas que le dan fuerza y balance a tu personalidad con materiales duraderos como la crisoprasa, el coral o las perlas de Tahití, que hacen cada pieza única.
Libre de etiquetas, Clash de Cartier es un grito de autenticidad. No es casualidad que la actriz e icono de la moda Lily Collins, —quien además es protagonista de su propia historia de amor junto a su esposo— sea la embajadora de la colección. Su estilo sofisticado e inesperado encarna a la perfección esa mezcla de elegancia y espíritu independiente.
En cada gesto, en cada recuerdo, una joya puede convertirse en símbolo de lo que somos y de lo que vivimos. Un anillo que recuerda una decisión importante. Un collar que acompañó una risa irrepetible. Una pulsera que, con el tiempo, se convierte en parte de tu historia. Joyas que sellan el amor entre dos personas hasta la eternidad. Clash de Cartier no solo es una colección: es una forma de llevar amor a todas partes.
