Si bien la temporada pasada, Coach nos sumergió a un romanticismo gótico , para la primavera verano deja de lado lo vampiresco aunque definitivamente no el aire de rebeldía. En este nuevo capítulo de la marca neoyorquina, el desenfado es una de las grandes características que domina la escena. Los modelos caminaron sobre el Highline en pleno atardecer con ese aire de quien despierta y se pone lo primero que encontró a su paso y aún así logra el coolness sin esfuerzo que los demás le envidian.
Coach dedica su nueva colección a ser cool sin esfuerzo
Los parisinos pueden presumir del intrigante e inalcanzable ‘je ne sais quoi’ pero los neoyorquinos tienen también ese atributo intangible de sofisticación urbana que parece que solo las grandes ciudades dan a sus habitantes y es así como Stuart Vevers vuelve a rendir homenaje a la Gran Manzana. Si en la temporada pasada brillaron los charms con motivos turísticos de Nueva York, en esta ocasión la oda al merchandising de la ciudad llega bajo las icónicas playeras de “I <3 NY”, un auténtico tributo al normcore.
Coach demuestra que tu mejor armadura en la ciudad es un buen abrigo y así ganan protagonismo las chaquetas de piel desgastadas; los blazers oversized que hacen un guiño a la tendencia corporativa y por su puesto, la mezclilla. Todo ello sobre delicados looks de base conformados por unos clásicos khakhis o incluso, playeras estilizadas con boxers o pants.
En cuanto a los accesorios, Coach siempre cambia las reglas del juego cuando se trata de bolsos y para esta colección revive uno de los clásicos de las abuelas: los monederos con broche de boquilla, pero esta vez los lleva hasta su versión extra EXTRA grande e incluso con divertidas formas como corazón, osito o dinosaurio.
Pero no olvidemos que vivir en el ajetreo de la ciudad es acudir a uno o dos eventos un poco más formales a la semana, y para darle ese toque un poco más elevado, Coach también presentó vestidos en satén, arrugados por supuesto, porque cuando se es tan cool como esta colección ¿quién tiene tiempo de preocuparse por los convenciones?
En resumen, la temporada de primavera verano de Coach es una celebración de la autoexpresión y de un verdadero ser tú quien porta la ropa y no la ropa a ti. Se trata de hacer del desenfado una declaración de estilo y de confiar en la actitud con la que lo llevas.