Pensar en Tommy Hilfiger te sumerge automáticamente en una estética estadounidense. Inmediatamente después, empiezan a aparecer en el imaginario caras famosas que han estado vinculadas a la firma: su reciente colaboración con Shawn Mendes ; su relación con George Russell y la Fórmula 1; Kelly Rutherford en el front row de su último desfile y hasta Thalia en la Met Gala de 2016. Todo esto no es casualidad, es parte del ADN que el propio Mr. Tommy Hilfiger ha concebido para su firma. Él mismo nos lo cuenta desde sus oficinas en Nueva York unas horas antes de presentar su colección FW24.
Hablar de Tommy Hilfiger es hablar de cultura pop y él mismo nos dice la razón
“Para mí, la cultura estadounidense se trata de la cultura pop” me dice Mr. Tommy para enfatizar la importancia que ésta tiene en su visión de la marca. Bajo su paraguas, alberga la fama, la moda, el arte, la música, el entretenimiento y los deportes, porque todos estos aspectos para él son los que mueven la aguja en la sociedad. Es algo que siempre ha tenido claro y es por eso que desde hace 40 años comenzó a aliarse con celebridades “cuando las revistas solo tenían modelos en las portadas” recuerda. Pero en cuanto los músicos y las estrellas empezaron a acaparar las publicaciones de moda, no hubo vuelta atrás. Para él la respuesta es sencilla, se trata de influencia y es que en algunos casos, señala, la influencia de estos personajes es mayor a la de algunos gobiernos. “Si miras a las Kardashians y sumas todas sus redes sociales, supera fácilmente los mil quinientos millones y no creo que ninguna corporación tenga siquiera mil quinientos millones de seguidores.”
Sin embargo, para Tommy Hilfiger no todo se reduce a los números, pues lo más importante para él al momento de elegir con quién colaborar es sentir respeto por ellos y por su arte. “Si son músicos, que me guste su música. Si son estrellas deportivas, queremos ser realmente fanáticos del equipo en el que juegan o del deporte que practican” dice, “queremos que las personas que nos representen sean muy auténticas”. Y es esa autenticidad la que ha logrado que sus colaboraciones con las figuras del momento sean un éxito.
Platicar con Mr. Tommy es como platicar con una enciclopedia de cultura popular y en su cabeza viven presentes sus referencias e inspiraciones. Del mundo del arte, le ha influenciado Andy Wahol; de la música, Aaliyah, Britney Spears, Beyoncé, David Bowie, Mick Jagger o Thalía; de las estrellas de las redes sociales -o como él las llama, “las chicas en el zeitgeist”-, Gigi, Bella Hadid, Dua LiPa y Hailey Bieber. Desde sus comienzos en los 80 supo que quería vestir músicos y empezó haciéndolo con muchos jóvenes del hip-hop y estrellas del rock. También supo comprender que esto atraería a sus fanáticos a la marca. Pero sobre todo lo hizo porque está convencido de que las verdaderas superestrellas, como Michael Jackson, Madonna, Lady Gaga o Prince, son también creadores de moda. “Han creado looks y tendencias que los diseñadores de moda siguen y, por supuesto, el público luego sigue.”
Es así como la cultura pop ha sido parte del establecimiento y crecimiento de Tommy Hilfiger y seguirá formando parte de su ADN en los años por venir. “Estamos evolucionando continuamente, pero nunca queremos abandonar la idea de seguir siendo clásicos estadounidenses cool” concluye Mr. Tommy.