Esta es la historia de cinco mujeres que conocen bien el significado de la determinación y la persistencia, que saben retarse a sí mismas, a no rendirse y sobre todo, a hacer equipo. Cinco mujeres que NIKE eligió porque no tienen miedo de perder pues saben que perdiendo siempre ganarán más.
Perderlo todo para ganarlo todo: Nike nos enseña cómo
JACQUIE OVALLE
PERDIÓ LAS INSEGURIDADES
"Tuve que perder las inseguridades de jugar con hombres para demostrarles que podía jugar igual o mejor que ellos” dice Jacquie, y afirma que ser mujer no le va a impedir seguir adelante en este deporte que erróneamente se cree que es solo para hombres. "Mi hermano me decía que no podía jugar, también algunos papás de los rivales. Comentarios ofensivos como esos me hicieron pensar que era menos ágil o rápida. Ahora quiero invitar a los papás a que pierdan la creencia de que las mujeres no podemos jugar fútbol. El apoyo de la familia y de las personas alrededor, sus consejos o motivaciones, influyen mucho en tus decisiones”.
ALISON GONZÁLEZ
PERDIÓ EL MIEDO A ELEGIR SU FUTURO
“Para ser la futbolista profesional que soy ahora tuve que perder demasiadas cosas: dejar a un lado los estereotipos y no tener que ser lo que la gente quiere que sea. Mi mamá también perdió el miedo de que yo sea futbolista y estoy muy agradecida con ella porque entiende lo que me gusta y lo que me apasiona. Voy a ser la persona que quiero y nadie va a vivir mi vida” dice Alison, y asegura que perder cosas en el camino es lo que la llevará a ganar.
NANCY ANTONIO
PERDIÓ EL MIEDO A CREAR SUS PROPIAS TRADICIONES
"Yo perdí el miedo al rechazo para convertirme en futbolista profesional” afirma Nancy, segura y convencida de que las mujeres podemos elegir lo que queremos ser. "Siempre fui esa niña que quería jugar fútbol, estar en las canchas” y cuenta que, sin pensarlo, cambió una fiesta de quince años por la escuela de fútbol. Ahora agradece el apoyo que le dan sus papás y haber vencido los estereotipos.
REBECA BERNAL
PERDIÓ TODO LO QUE LE IMPEDÍA GANAR
"Se dice que tanto en el fútbol como en la vida no siempre se gana, y lo importante es lo que sacas de una derrota. Perdiendo ganas más que ganando, hay que aprender de esos momentos complicados porque son los que te hacen crecer” dice Rebeca, quien creció en una familia futbolera. Empezó a jugar a los seis años y a los quince, ya formaba parte de la selección nacional. Su camino ha estado lleno de retos pero admite que cada experiencia sigue marcando su vida. Cuando piensa en años atrás reconoce que ahora se siente más madura y más segura para continuar su recorrido, dentro y fuera de la cancha.
KARLA NIETO
PERDIÓ EL MIEDO A PELEAR POR SUS SUEÑOS
"Para convertirme en jugadora profesional tuve que perder el miedo al qué dirán y a pisar una cancha llena de mil personas” cuenta Karla, y dice que se siente feliz de haberse convertido en lo que es ahora a pesar de los obstáculos y prejuicios. Además, dice que se siente satisfecha con todo lo que ella, al lado de su mamá, sus tías y todas sus compañeras, han alcanzado al luchar por su sueño.