La tendencia de los sneakers blanquísimos nos llevó a un rincón de la infancia, cuando te regañaban en la escuela si llevabas los tenis sucios con el uniforme de deportes. Y ahí nos tienes a todos, en la fiebre de la limpieza de calzado. Hasta que Reebok fue disruptivo –como siempre– y ahora nos invita a hacernos de modelos nuevos de tenis, cuya suede ya tiene efectos “sucios”, un diseño original de auténtica liberación.
Con sus modelos Club C y Classic Leather, Reebok creó una edición especial: la piel o suede de esos sneakers ya vienen “manchados” como si el polvo de todos los caminos que ya has andado hubieran dejado ahí un mapa de navegación. Cada par tiene su propio patrón, por lo que cada uno es un modelo único.
La verdad es que, con frecuencia, cada día es un reto a lo tour de force: subir, bajar, correr y andar sin parar son las actividades básicas con las que persigues tus sueños o construyes tus logros. Ese camino de éxito se anda con tenis, claro que sí.
Los ripped jeans ya se han adueñado del guardarropa: lo mismo con playeras y textiles que remiten al leather, que con gruesos suéteres y chalecos ligeros. Así como los jeans rotos revolucionaron la moda, los sneakers sucios de Reebok prometen impulsar el look que se antepone a los modelos de ropa impecable.
Los modelos Club C 85 y Classic Leather nos remiten a los finales de los noventa, cuando se portaban esos Rebook y se hacían especulaciones sobre ese apagón llamado Y2K. Ya en plena era digital, la suede con pátina salpica nuestros días con toques de nostalgia ingenua.
Entre los elementos que distinguen a los GenZ y los millennials de las generaciones anteriores es su afán por construir equipos y comunidades más horizontales, con más fondo que forma. Y para poner bien los pies sobre esta Tierra, no hay otro calzado como los sneakers. Y si son de Reebok FOMO IS DEAD, mejor
