Mientras Don’t Worry Darling llega a los cines, Olivia Wilde continua dando de qué hablar aunque en esta ocasión no tiene nada que ver con la película. La actriz y directora fue vista apoyando a Harry Styles en su último concierto en el Madison Square Garden en Nueva York.
Para la ocasión, Olivia Wilde eligió un vestido de Stella McCartney con un escote extra pronunciado con el que demostró que se vale usar looks arriesgados en conciertos. El diseño blanco con tirantes de espagueti presenta otros tres cut outs a la altura del abdomen bajo.