Encontrar el vestido de invitada perfecto no es nada sencillo, sin embargo para Adele fue una tarea bastante sencilla. La cantante inglesa y su novio, Rich Paul asistieron juntos a la boda de la modelo Kate Bock con el jugador de la NBA, Kevin Love el pasado fin de semana y para la ocasión, la pareja deslumbró entre todos los presentes.
Adele lució un impresionante vestido negro firmado por Alexander McQueen que presenta un top tipo corset y mangas off-the-shoulder, una silueta que le favorece bastante y que ha usado en repetidas ocasiones. El diseño estaba elaborado con tul y encaje, lo que le dio el toque formal y elegante a su look.
La cantante accesorizó su vestido de invitada con arracadas que presentaban incrustaciones de diamantes, zapatos de punta y un clutch de satín. En cuando a su beauty look, Adele optó por su go-to, llevó el pelo suelto con ondas estilo Old Hollywood, sombras en tonos neutros y labios durazno. Por su parte, el agente deportivo se coordinó con la cantante al llevar un esmoquin con solapa de satín y zapatos Oxford de charol.
Durante la boda, la pareja se divirtió mucho y se dejó ver bastante enamorada. Aprovecharon para pasar un tiempo entre amigos y hasta posaron con LeBron James y su esposa Savannah, quienes también lucieron elegantes en total black looks.
La boda se llevó a cabo en la librería pública de Nueva York, por lo que Adele no solo escogió el look de invitada perfecto sino que también combinó a la perfección con la arquitectura del reciento.
En cuanto a la novia, Kate Bock lució guapísima en un diseño hecho a la medida por Ralph Lauren que presenta cuello alto y un pronunciado escote en la espalda adornado con detalles de pedrería y flores. Su look estaba inspirado en el vestido de bodas de Grace Kelly.