Para el gran día, Kourtney lució un vestido de corset elaborado con seda y encaje, así como un velo largo y dramático con el que le rindió tributo a Travis Barker pues tenía bordada la Virgen María que él tiene tatuada en la parte posterior de la cabeza y la leyenda, “respeto a la lealtad familiar”, de la que el baterista es fiel creyente.
De acuerdo con videos compartidos en Instagram por una de las hijas de Travis Barker, Kourtney usó un segundo vestido de novia, que era ¡negro!