Desde aquella histórica campaña de Calvin Klein protagonizada por Brooke Shields en 1980 cuando tenía solo 15 años, con la leyenda "¿Quieres saber qué se interpone entre mis Calvins y yo? Nada", la marca estadounidense hizo de la controversia su sello. Aunque ahora vivimos en una era diferente post #MeToo, inclusiva y diversa, su publicidad sigue dando de qué hablar.
La marca líder en ropa interior, propiedad del grupo de moda PVH, y conocida por sus ingeniosos anuncios que rompen con las normas, ha desatado polémica con su última campaña mundial del Día de la Madres para Calvin Klein , en la que aparece la pareja brasileña Roberto Bete, un hombre transgénero en los últimos meses de embarazo, y su compañera Erica Feeha.
Fueron presentados por Calvin Klein con la visión de destacar la realidad de las nuevas familias. La publicación en Instagram de la marca se llenó de comentarios positivos apoyando la inclusión de diferentes configuraciones de familia moderna. "Podemos reproducirnos biológicamente o de corazón... nuestro lugar es amar y ser amados" dice la pareja en una foto.
Mientras muchos aplaudieron a Calvin Klein por dar visibilidad a familias fuera de arquetipos tradicionales, otros rechazaron la campaña escribiendo "cancelar", "bloquear" y "no comprar más". Un usuario escribió: "Mientras tanto, su ropa y sus productos se fabrican en países donde las personas de la comunidad LGBTQ serían castigadas o asesinadas por las leyes que rigen”.
Tras este incidente, por medio de un comunicado, Calvin Klein respondió: "Adoptamos esta plataforma como un entorno inclusivo y respetuoso para el individualismo y la autoexpresión. En Calvin Klein, toleramos todo excepto la intolerancia, cualquier comentario intolerante será eliminado, y cualquier cuenta con declaraciones de odio puede ser bloqueada", declaró la marca dejando muy en claro su postura.