
La clásica fórmula noventera de modelo off-duty con una tank top blanca con el logo en triángulo de Prada al centro, y una falda estrecha por debajo de la rodilla dividida a la mitad en un bordado translúcido, marcó la base de contrastes sobre la que se construyó la colección. Dicho look fue modelado por la actriz Hunter Schafer quien es embajadora de Prada.
Además, el saco sastre de corte cuadrado y rígido adquiere un nuevo significado contrastándolo con un slip dress simple y fluido. El look que todos necesitamos.
