Desde siempre, los diamantes han sido apreciados tomando como referencia su transparencia y ausencia de color. Por lo tanto, los diamantes pequeños y medianos que no cumplían con estas estrictas características eran descartados para usos industriales aprovechando su extraordinaria dureza, y los diamantes más grandes o de calidad gema solo eran reservados como piedras de colección.
Un diamante negro natural facetado de gran tamaño es un descubrimiento extremadamente raro, es por lo que, en los últimos años, varios diamantes con estas características; como el Orlov Negro y el Diamante de Ámsterdam se han vuelto más deseados. A esta lista se suma el diamante Enigma, una gran piedra misteriosa vendida en subasta por $4,28 millones de dólares.