Han pasado quince años desde el primer desfile de Marvin y Quetzal en el Hotel Virreyes. Aunque aquel fue su debut en la escena oficial de la moda nacional, la pareja formada por Marvin Durán y Quetzal Rangel llevaba ya dos años agitando la monotonía de lo establecido, consolidando una comunidad de creativos que abría paso a lo underground, cimentando un espacio para la estética queer en donde no lo había.
Marvin y Quetzal: un homenaje a la marca que revolucionó el género en México
Eran inicios de los 2000 y la escena de la moda mexicana de autor de aquel entonces aún era pequeña, se consolidaba con esfuerzos y se concentraba en crear vestidos de ocasión; pero “el nuevo siglo” traía también una nueva ola de diseño independiente con sed de plasmar su visión en una propuesta de ready-to-wear. Marvin y Quetzal se conocieron en una fiesta en 2003 y desde entonces no se dejaron. Además de ser pareja, se convirtieron en directores creativos de su marca homónima. “Éramos como una sola mente, teníamos una gran conexión en todos los sentidos”, dice Marvin.
Su propuesta se basaba en la libertad de expresión a través de la moda, la ruptura de conservadurismos y la necesidad de ofrecer representación. Se inspiraban en la calle, el folclor mexicano y lo kitsch. En sus piezas mezclaban materiales no convencionales y fabricaban sus propios accesorios y calzado, pues ninguno existente alcanzaba el nivel de disrupción que tenían sus colecciones. Algunas veces les preocupaba no conseguir los patrocinios suficientes para la siguiente colección pero eso nunca limitó su visión creativa; cuando se trataba de experimentar con la moda, no conocían límites.
El escaparate más grande de Marvin y Quetzal fueron elles mismes, y por eso las fiestas jugaron un rol importante en todo lo que representaban. Tenían una relación magnética que despertaba curiosidad, entusiasmo provocativo y atraía todas las miradas hacia elles. Lo sabían, y por eso cada aparición suya era un statement casi performático. “Era genial sentir que estábamos generando un impacto en las personas y creando cambios, haciendo algo especialmente por nuestra comunidad LGBTIQ+” recuerda Marvin.
El sentido de comunidad en Marvin y Quetzal se nutría también de su círculo de amigos. Se rodearon de otros creativos de la moda con quienes compartían el ideal de crear una nueva estética: Teamo, Mancandy, Paola Hernández, María Peligro, EGR, Denisse Marchebout, Sergio Alcalá, Carlos Temores y Alejandra Quesada. Zemmoa se convirtió en una de sus grandes musas y representó su vínculo con la música. Las aventuras de este grupo de amigos que llegó a sacudir la industria quedaron plasmadas en el blog “Diario de fiestas”, de César Arellano.
Entre los momentos más icónicos de la marca, está el es- tampado con las caras de Marvin y Quetzal, “esos prints tienen mucho significado porque representan lo que éramos como personas queer y llevarlo a algo comercial y que la gente lo aceptara, lo comprara, lo consumiera, era ¡wow!”. Marvin y Quetzal, junto a su círculo más cercano, lograron consolidar un bloque de diseño mexicano que enseñó a la gente una nueva forma de consumir moda local. Junto a sus amigos, organizaban ventas llamadas Hot Designers y también vendían junto a más creativos en Cooperativa 244, una de las primeras concept stores de diseño nacional en CDMX.
Tanto en el sentido creativo como comercial, abrieron el camino a las generaciones de diseñadores mexicanos que les sucedieron. En 2008, Quetzal falleció en un accidente y vinieron grandes cambios para la marca. Aunque en un inicio Marvin decidió continuar como hasta entonces, decidió replantearse el rumbo de este proyecto y le dio un nuevo sentido. Antes de que abandonar el calendario oficial de la moda fuera común, Marvin lo hizo. “Como que sin él (Quetzal) ya no era tan divertido estar ahí”, dice Marvin. Pero la moda es una pasión que nunca va abandonarle, por eso Marvin y Quetzal es una firma que permanece latente, bajo sus propias reglas (¡como siempre!), a sus propios ritmos y bajo el estandarte de moda queer que todos estos años le ha ganado un lugar tan importante en la historia de la moda mexicana.
“Cuando recuerdo me siento superfeliz de haber sido parte de esa etapa en el mundo de la moda en México, haber conocido a Quetzal, haber hecho toda esta comunidad. Todo lo que viví ha sido una cosa fantástica y maravillosa. Me siento muy orgullose” concluye.
Fotos: Victoria Barmak @victoriabarmakt
Texto y realización: Jordi Linares Rivas @jordilrivas
Producción: #ELLEMéxico
Moda: Archivo Marvin y Quetzal @marvinyquetzal
Maquillaje: Gus Bortolotti @gusbortolotti
Pelo: Keren Murillo @kerenmakeupart
Modeles: María Jorge @mariaj0rge y Huitzili @huitzili_espinosa para Queta Rojas @quetarojas
Asistente de foto: Hugo G. Chaparro @hugo_g_chaparro
Editora General: Claudia Cándano @candanoclau