El fenómeno de reiniciar o desactivar totalmente los canales de redes sociales de las marcas se ha convertido en una estrategia irónica en la era digital, pero cada vez más común en la industria de la moda como una táctica riesgosa pero efectiva para atraer la atención del mundo antes de hacer un gran lanzamiento, transforma la identidad de marca o simplemente cambiar de rumbo.
La primera marca en atreverse fue Bottega Veneta, que en enero tomó la drástica medida de suprimir sus redes sociales , y hace un par de semanas le siguió Balenciaga , otra marca del conglomerado Kering, que, aunque no eliminó su Instagram, borró todas sus fotos antes de su esperado regreso a la alta costura , y hoy publicó su renacimiento encabezado por Justin Bieber .