El otro día me puse a pensar cómo ha cambiado mi estilo antes y después de la pandemia, y me di cuenta de que tras haber vivido un periodo tan largo encerrados, forzosamente hay una consecuencia visible en la moda, porque debemos admitir que es difícil volver a vestirse para trabajar o salir con amigos, porque es como si empezáramos de nuevo, pero ahora somos otros.
Todo se siente un poco raro, y por eso es que encontrar los zapatos indicados se ha complicado un poco más, porque subconscientemente seguimos aferrados a la idea de seguir en pantuflas. Ya perdimos la costumbre de la sensualidad de los tacones porque la comodidad ha tomado el control , y está bien, porque ahora existen otras alternativas más fáciles y cool como los suecos.