Ambas firmas, individualmente, se conocen por la búsqueda de libertad y el autodescubrimiento. Una lo hace a través de la exploración (literal) de nuevos lugares, la otra, a través de la moda como un instrumento de celebración personal.
La estética setentera y ecléctica de Alessandro Michele se hace presente en esta colección, que retoma las siluetas originales The North Face en la década de los 70s y los combina con el estilo vintage característico de Gucci; teniendo como resultado una colección de outdoorswear que grita ‘camp’ en todos los sentidos.

Este collab demuestra que la pluma de ganso no es exclusiva de los abrigos, también se hace presente en chalecos e incluso en faldas y enterizos en colores brillantes y perfectamente equilibrados con los estampados florales diseñados especialmente para esta colaboración.