Frente a la lucha de la industria de la moda por ser más sostenible y los consumidores que tratan (tratamos) de cambiar a una mentalidad más consciente al comprar ropa, es increíble darnos cuenta de la simple pero aplastante realidad de que “las prendas más ecológicas son las que ya están en tú clóset”, algo que el príncipe Carlos siempre ha sabido y aplicado en su guardarropa.
Como embajador de múltiples causas filantrópicas y sociales, incluyendo iniciativas por la construcción de un mejor medio ambiente, el príncipe de Gales es un ferviente creyente de la moda duradera, con la filosofía de comprar menos pero mejor, y el claro ejemplo son las prendas que tiene desde los años 80, incluyendo el traje que usó para la boda de su hijo Harry.