Con la llegada del coronavirus, muchas cosas en nuestro estilo de vida y mentalidad han cambiado radicalmente y se han normalizado (casi sin darnos cuenta) tras ocho meses viviendo con la pandemia; como trabajar y estudiar a distancia, ponerte el cubrebocas automáticamente y preferir la ropa cómoda, una respuesta normal por haber pasado tanto tiempo en casa.
Una de las tendencias más representativas de este irregular periodo para la industria de la moda, es que mientras la demanda de muchos sectores cayó, la ropa para estar en casa ha sido casi la única categoría con un aumento en ventas desde la cuarentena, y en particular el mercado de lencería ha crecido considerablemente, una oportunidad que Zara no podía dejar pasar.