En la repisa de libros de todo amante de la moda, hay una lectura obligada para entender la leyenda forjada por la misma Gabrielle Chanel, “The Allure of Chanel” las memorias de la diseñadora contadas al final de la Segunda Guerra Mundial a su amigo Paul Morand en St. Moritz, Suiza, quien escribió estas conversaciones publicadas un año tras la muerte de Chanel.
En estas íntimas pláticas, Chanel relató Morand que toda su vida había confiado en la lectura como un escape y le confesó, "los libros han sido mis mejores amigos". La diseñadora tenía un amor especial por la literatura y una necesidad interior de leer que se originó en su infancia, y que le permitió escapar del dolor de la muerte temprana de su madre y el abandono de su padre.