Mi intención no es asustarlos ni mucho menos, pero por si no se habían dado cuenta, ya se nos vino el otoño encima, casi se acaba el año y estamos entrados a mediados del tenebroso mes de octubre. Queramos o no, ya tenemos que poner manos a la obra para adaptar nuestro clóset a la temporada de transición y después al invierno, porque cuando menos te des cuenta, llegó diciembre.
No importa cuánto frío haga allá afuera, ustedes siempre reciben de forma cálida y linda mi columna de los miércoles (perdón, ya me puse poética). Pero en verdad, son sus mensajes los que me inspiran a seguir escribiendo, a buscar inspiración en todas partes, darle vueltas en mi cabeza a mil temas y consejos para encontrar de qué vale la pena hablarles esta temporada y que puedan aplicar hoy mismo.