Puesto que la diseñadora italiana Maria Grazia Chiuri usa los desfiles de Christian Dior como una plataforma para comunicar mensajes activistas como la playera gráfica “We should all be feminists” (todos deberíamos ser feministas) de su colección debut SS17, esta vez que al final del desfile SS21 apareció una mujer con una pancarta, nadie estaba seguro si era parte del show.
Y cuando decimos que nadie sabía si este acto estaba planificado o no, nos referimos a que ni siquiera Bernard Arnault, presidente del conglomerdo LVMH (propietario de Dior), comprendió qué estaba sucediendo cuando se llevó a cabo esta demostración en plena pasarela, desplegando una manta amarilla que tenía escrita la leyenda “Todos somos víctimas de la moda”. Confuso, ¿no?
Esta audaz manifestante entró al desfile sin decir una palabra, esperó pacientemente a que se proyectara el cortometraje de Alina Marazzi sobre la artista Lucia Marcucci, desfilaran las 86 salidas y Maria Grazia Churi hiciera una reverencia , para salir con un letrero que nadie en la audiencia realmente entendió, haciendo de su mensaje (que también estuvo presente a la salida del desfile) una voz muda y mal interpretada.
En las dos esquinas inferiores de la pancarta aparecía el símbolo de extinción (un círculo con un reloj de arena) usado por los manifestantes ambientales como el movimiento global británico Extinction Rebellion . “Fue una sorpresa para todos. Estaba tan bien hecho que no se podía saber qué era”, aseguró Pietro Beccari, presidente y director ejecutivo de Dior.
Frente a este desconcertante suceso, el presidente y director ejecutivo de la división de moda de LVMH , Sidney Toledano, aclaró que no deberían ser señalados, "No creo que estemos destruyendo el planeta. Estamos comprometidos a reducir nuestro impacto medioambiental, reduciendo nuestras emisiones de dióxido de carbono , rastreando nuestras materias primas, etcétera”, finalizó.