Nos guste o no, los cubrebocas son la pieza del momento y parte indispensable de la nueva normalidad por lo que los diseñadores de lujo , las firmas fast fashion y las deportivas han aprovechado el auge de esta pieza para crear diferentes diseños que cumplan con diferentes necesidades y en el caso del joyero isarelí, Yvel , diseñó el más caro del mundo.
Yvel vendió en un millón y medio de dólares un cubrebocas hecho de 250 gramos de oro puro de 18 quilates con incrustaciones de por lo menos 3,600 diamantes en blanco y negro y con un peso total de 210 quilates. Además de mucho lujo, la mascarilla también ofrece el más alto nivel de filtración (N-99) y además, cumple con los estándares de salud más estrictos de la FDA y la Unión Europea.