Debo admitir que soy conocedor no declarado de la realeza británica y declarado de la moda (obviamente) y aunque no lo creas, antes de la cuarentena jamás había visto la serie The Crown, que naturalmente devoré. Desde el primer capítulo quedé enganchado y el último me dejó con ganas de más, no solo por la trama y extraordinarias actuaciones, sino también por el vestuario.
Mi temporada favorita hasta ahora, ha sido sin duda la tercera (la última en Netflix), protagonizada por Olivia Colman y Helena Bonham Carter, como la reina Isabel II y la princesa Margarita, respectivamente; que se centra en la complicada pero necesaria relación de estas hermanas con personalidades y estilos completamente opuestos que se reflejan en acciones y también en sus atuendos.