El día 12 de octubre de 2018, la princesa Eugenia de York; que es la segunda hija entre el príncipe Andrés de York y Sarah Ferguson, y nieta de la reina Isabel II; se casó con el plebeyo Jack Brooksbank, en una tradicional ceremonia en la capilla de San Jorge en el castillo de Windsor, a la que asistieron todos los miembros de la Familia Real Británica.
La ceremonia religiosa siguió los estatutos de los códigos reales, pero el vestido nupcial que lució la princesa rompió un poco con los cánones establecidos, pues este diseño de Peter Pilotto no tenía velo y dejaba ver su gran cicatriz de la espalda. Su segundo vestido para la recepción, fue un romántico y elegante diseño color rosa, firmado por Zac Posen.

Para la fiesta, la recién casada princesa Eugenia, lució este acertado vestido clásico de mangas largas, hombros prominentes y escote con detalles drapeados. Complementó su look con accesorios minimalistas y en sintonía con el vestido; pendientes de esmeralda y un especial broche para pelo que su abuela, la reina Isabel, le prestó para su gran día.

Los dos vestidos que llevó la princesa en su boda, ahora forman parte de una muestra en el castillo de Windsor y en la audioguía grabada por la misma princesa Eugenia, revela que con su primer vestido quiso romper con el tabú de las cicatrices y que su segundo vestido estuvo basado en el vestuario de Grace Kelly en la película de 1955, To Catch a Thief.
