Por Gabriela Ramos Caldato Durante
, Kim JonesFoto: Shutterstock Hoy Kim Jones le dio un nuevo aire, manteniendo la elegancia y sobriedad de la casa, combinó el romanticismo con el diseño entre paletas de colores muy delicadas. Trajo a bordo a miembros de su equipo como la diseñadora coreana Yoon Ahn para crear versiones cristalinas en las joyas de la marca y así incorporarlas a los diseños dándoles un brillo de la forma más discreta. Jones también colaboró con el artista Kaws, para resideñar la abejita de Dior y quien para el desfile creó una estatua de flores enorme de su iconico "Bobby" vestido en Dior en el centro de la pasarela.
Foto: Shutterstock Jones hizo un monograma nuevo para Dior que combina la C y D en una especie de óvalo estilizado y este se vio en todo los broches, gorras y en los locks de los cinturones y accesorios. Inspirado en la fascinación de Christian Dior por las flores, vimos muchos estampados floreados.
Shutterstock Honrando a Galliano y manteniendo una coherencia con la colección de accesorios de Maria Grazia Chiuri, vimos versiones del Dior Saddle Bag en mini como adjunto a los cinturones o un mini man bag.
Foto: Shutterstockl Jones también deconstruyó el topic suit y le dio un cierre diagonal de un botón al estilo kimono algo cuya inspiración viene de los archivos de Dior y ciertamente lució magnífico y elegante.
Foto: Shutterstock La grandeza de Kim Jones está en complacer el segmento del mercado que es su consumidor fiel pero a la vez también entender la relevancia del nuevo consumidor; quien es más joven, y un poco menos sobrio en sus gustos. Lograr combinar ambos y mantener una coherencia editorial en su línea de diseño es difícil y pareciera que hoy en día es solo Kim Jones quien lo logra con naturalidad. Foto: Shutterstock Hoy por hoy, esta colección cautivó incluso aún más que la contraparte femenina quien es usualmente quien domina el mercado; la visión, estilo y habilidad de colaborar con artistas de Jones resulta en la combinación perfecta de la elegancia con la tendencia sin perder la identidad de la marca y dejar a la vez su ya icónica huella personal.
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