The Beverly Wilshire: el lujo que se reinventa en el corazón de Beverly Hills
Hay lugares que no solo existen dentro de una ciudad: la definen. The Beverly Wilshire, A Four Seasons Hotel, es uno de ellos. Con los años, se ha convertido en un punto de referencia donde el estilo, la creatividad y la vida moderna se cruzan sin rigidez, como si siempre hubiera estado ahí.
En la esquina de Wilshire Boulevard y Rodeo Drive, el hotel mantiene una elegancia que no busca atención, pero inevitablemente la atrae. Su arquitectura clásica convive con una vibra contemporánea pensada para quienes ven el lujo como algo personal, pero flexible, sin tanto estilo ceremonial. Las habitaciones y suites, como el icónico Penthouse con increíbles vistas de Beverly Hills, funcionan como refugios con actitud: espacios diseñados para desconectarse, inspirarse y volver al mundo con otra energía.
Esa misma forma de entender el mundo se siente en su propuesta gastronómica y en un spa donde el bienestar deja de ser una tendencia más para convertirse en un estilo de vida. Por eso, durante casi un siglo de existencia, se ha convertido un imán para viajeros curiosos, creativos y mentes inquietas que buscan experiencias con personalidad, no solo confort.
El LuxuryLab Pop-Up Market transformó el Beverly Wilshire en un espacio boutique que reunió lo mejor de la moda, joyería, diseño y lifestyle latinoamericano, con una curaduría liderada por Luisa Serna y la participación de marcas como Alma de Sur, Daniela Califa, José Sánchez, Morena Corazón, Le Superbe, Sophie Simone, Zac Be, Aiyah y Biblioteca Activist Wear, entre otras. La experiencia se complementó con propuestas gastronómicas y de hospitalidad como Ornare Beverly Hills, Crustacean Beverly Hills con un brindis de Loco Tequila, coctelería artesanal, espacios de lounge y experiencias exclusivas en Beverly Hills, incluyendo recorridos de arte, joyería, moda, gastronomía y automóviles de lujo, consolidando un fin de semana inmersivo que celebró la creatividad, el diseño y el estilo de vida en uno de los destinos más icónicos del mundo.
Así, The Beverly Wilshire, A Four Seasons Hotel, sigue evolucionando sin perder su esencia. Un escenario vivo donde tradición y futuro se encuentran, y donde el lujo se entiende como una forma de expresión personal, tan libre como el espíritu de Beverly Hills.