Cuando Rosie Cutter tenía quince años, le leyeron la mano y le dijeron que no conocía a su madre. "¿Cómo podía saber eso una señora a la que nunca había visto con solo mirarme la palma de la mano?", cuenta Cutter a ELLE UK, quien fue adoptada al nacer, desde su casa de Aspen, Colorado. Ahora, veinticuatro años más tarde, es la astróloga personal de Dua Lipa (entre muchos otros), y en los últimos once años ha superado las mil lecturas al año. Su especialidad, que perfeccionó mientras vivía en Hawai e Ibiza cuando tenía veinte años, es la astrología tradicional combinada con la lectura de las Cartas del Destino y el Diseño Humano.
La popularidad de las prácticas de Cutter —que no se atreve a revelar, pero en las que confían "grandes empresas del Fortune 500 y políticos"— la ha consolidado como parte de la nueva generación de asesores espirituales que recurren a lo celestial para guiar a su prestigiosa clientela. Si antes la fuente de fortaleza de los ricos y famosos procedía de la religión o de la terapia tradicional, hoy es la astrología .
Por ejemplo, Dua Lipa , ganadora de un Grammy y próximamente headliner del Pyramid Stage de Glastonbury. Durante una aparición en el podcast Dish, la londinense se convirtió en la más reciente de una serie de celebridades que han apoyado la astrología, ya que admitió tener un astrólogo en lugar de un terapeuta. Se une así a la ex primera dama Nancy Reagan, famosa por su fidelidad a la astróloga Joan Quigley, a la que conoció en el set de rodaje de The Merv Griffin Show. En sus memorias, My Turn, Reagan escribió que llamó a Quigley tras un intento de asesinato del presidente en 1981. Tengo miedo cada vez que sale de casa", dijo Reagan a Quigley, antes de pedirle consejo sobre el horario de las idas y venidas de su marido. Poco después, el New York Post publicó un artículo con el siguiente titular: "Un astrólogo dirige la Casa Blanca". La capacidad de los astrólogos para predecir los planetas y su comportamiento también se ha utilizado para hacer dinero; el financiero estadounidense J.P. Morgan dijo una vez que los millonarios no necesitan astrólogos, pero los multimillonarios sí.
El apetito por lo celestial es evidente. Según un nuevo informe publicado por Allied Market Research, el sector de la astrología se valoró en 12.800 millones de dólares (10.000 millones de libras) en 2021 y se calcula que alcanzará los 22.800 millones de dólares (18.000 millones de libras) en 2031. Hay series de TikTok, cuentas de Instagram y aplicaciones dedicadas a ofrecer consejos astrológicos. La app de astrología más popular y prolífica, Co-Star, se ha convertido en la base de 30 millones de cuentas registradas desde su creación en 2017. La utilizan poco menos de un millón de personas al mes. The Pattern, que se lanzó ese mismo año, también ofrece consejos astrológicos personalizados. Tan alineados estaban los astros que, incluso antes de su lanzamiento oficial, la aplicación ya tenía treinta mil usuarios gracias a la recomendación de boca en boca y, aunque la empresa no revela cifras oficiales, su fundador reveló que tres millones y medio de usuarios descargaron la aplicación solo durante la pandemia. De hecho, el tramo de incertidumbre creado por la pandemia no hizo, sino, alimentar la demanda de consejos astrológicos. Según Google Trends, las búsquedas de "carta astral " y "astrología" alcanzaron máximos de cinco años en 2020, y muchos astrólogos afirman que la demanda de sus servicios se disparó durante la pandemia.
El auge de la astrología se ha producido al mismo tiempo que la terapia hablada tradicional se ha vuelto excesivamente cara, con la crisis del costo de vida como trasfondo, así como una escasez crónica de profesionales. Más de 1,69 millones de personas en el Reino Unido fueron canalizadas a terapias de conversación del NHS entre abril de 2019 y marzo de 2020, mientras que muchas más buscaron ayuda de profesionales privados. En 2022, el NHS informó de una escasez de dos mil terapeutas calificados, mientras que una encuesta de 2020 de YouGov y la Asociación Británica de Asesoramiento y Psicoterapia descubrió que el 86% de las personas cree que es mejor hablar sobre sus problemas que tomar medicamentos.
A Cutter no le sorprende el resurgimiento de la astrología. La astrología es básicamente una predicción meteorológica", explica. Puedo decirte si va a hacer mal clima para que te prepares, pero a veces, después de la terapia, la gente olvida que vas a seguir teniendo melancolía dentro de veinte años, aunque tu vida sea maravillosa y hayas hecho mucha terapia, porque eres un ser emocional y sientes lo que pasa en este planeta. La gente busca la espiritualidad porque estamos en tiempos difíciles".
La astrología es una práctica ancestral basada en el geocentrismo que se remonta al segundo milenio a.C. —siendo la astrología babilónica el primer sistema organizado— y hasta el siglo XVII, la astrología se consideraba una tradición erudita. Con el desarrollo de las ciencias, aumentó el escepticismo astrológico en Occidente. No fue hasta mediados del siglo XX, cuando gran parte de Occidente comenzó a secularizarse de la religión organizada tradicional, cuando la gente empezó a recurrir de nuevo a lo divino. Un estudio realizado en 2014 por la National Science Foundation de Estados Unidos reveló que el escepticismo en torno a la astrología estaba disminuyendo, y que más de la mitad de los jóvenes de entre dieciocho y veinticuatro años creían que la astrología era una "tradición científica". La agitación política —el Brexit y la elección de Donald Trump en 2016—, unida a la aparición de la industria del bienestar, reforzaron la fortuna de la astrología y la promovieron de nuevo en la conciencia colectiva. Según Google Trends, junto con una mayor concienciación sobre la salud mental , las búsquedas en el Reino Unido de "bienestar" y "horóscopos" se duplicaron entre 2010 y 2022. A medida que aumentaba la desconfianza en los sistemas que nos gobiernan, la gente empezó a buscar respuestas en lo divino.
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La consultora astrológica de la Escuela Mayo de Astrología, Wendy Stacey, tiene claro que laastrología y la terapia no son mutuamente excluyentes. Muchos astrólogos se han formado también como psicoterapeutas y consejeros", explica a ELLE UK. No decimos que seamos asesores formados, pero aconsejamos a los estudiantes que busquen su propia terapia y asesoramiento, y que busquen esas otras habilidades fuera de su formación astrológica", añade. Cutter, como muchos otros astrólogos , es terapeuta de conversación.
La diferencia entre ambas parece radicar en el hecho de que, mientras que la terapia es una industria con un organismo regulador, la astrología no lo es. Cualquiera puede proclamarse astrólogo y empezar a cobrar por sus conocimientos. Creo que el problema de la terapia hablada es la idea de un compromiso interminable. Creo que a la mayoría de la gente no le gusta pagar por tener una caja de resonancia imparcial. La gente busca resultados. No es mi trabajo repasar la tristeza una y otra vez. Mi trabajo es darles un plan", dice Cutter.
La terapeuta y consultora de EMDR, Debra Read, también observó que la demanda de sus servicios se disparó al salir de la pandemia. La terapia consiste en ayudar a alguien a dar sentido a su mundo. Cuando una persona tiene pensamientos y sentimientos negativos sobre sí misma o sobre su mundo, la terapia le ayuda a darles sentido, que es la única forma de avanzar sin carga emocional. Si la persona se siente atascada en sus pensamientos y sentimientos, la terapia la desatasca", explica a ELLE UK. Se trata de ayudarles a sanar esos recuerdos negativos, aunque no puedan expresar sus sentimientos". Reconoce que, si bien hay terapias que pueden no ayudar a los pacientes a ser emocionalmente independientes, hay otras que son capaces de proporcionarles resiliencia emocional de forma clara. Una persona solo puede desarrollar una verdadera resiliencia emocional cuando ha reconocido su trauma", asegura. Todas las terapias se basan en el trauma, pero hasta que no se aborda la raíz del problema, la persona sigue estancada".
Aunque el coste de la terapia privada puede variar en el Reino Unido, se aconseja que un primer tratamiento dure entre seis y doce sesiones. Algunos terapeutas privados cobran 150 libras por una sesión de una hora, un precio que para muchos en plena crisis por el costo de la vida, es completamente imposible. Y eso no quiere decir que sus resultados sean prometedores. Una encuesta de 2016 realizada por el Royal College of Psychiatrists reveló que una de cada veinte personas había sufrido "efectos negativos duraderos" de la terapia, y que las personas de minorías étnicas y LGBTQ+ eran más propensas a sufrir estos problemas. Por su parte, Cutter afirma que una persona podría consultar a un astrólogo una vez al año para que le orientara sobre lo que le espera en los próximos meses, y eso sería todo.
Shannon Mahanty se está formando para ser psicoterapeuta integradora y no está de acuerdo con la fusión de astrología y terapia. "Los terapeutas llevan años formándose en salud mental y forman parte de organismos regulados. Tienen que trabajar dentro de ciertos criterios éticos, así que me preocupa que haya un elemento de riesgo del que un astrólogo no sea tan consciente cuando se trata de trabajar con necesidades complejas de salud mental", explica. "Uno de los pilares éticos de la terapia gira en torno a la autonomía y la acción, lo que significa que el cliente es el experto de su experiencia y es crucial que el terapeuta no le diga lo que tiene que hacer o lo que le va a pasar".
Los escépticos dirán que la astrología no tiene base científica; los profesionales argumentarán que tiene raíces en la astronomía y conexiones con la física cuántica. Los terapeutas argumentarán que su práctica se basa en la realidad, mientras que la de los astrólogos se basa en lo etéreo. También hay estrellas que, a diferencia de Lipa, han mencionado la terapia, en lugar de la astrología, como un recurso que ha apoyado sus necesidades emocionales. Gwyneth Paltrow , Meghan Markle, el príncipe Harry y Michelle Obama son algunos de los que han hablado abiertamente del profundo impacto que la terapia ha tenido en sus vidas. Hay defensores de uno y otro enfoque, pero en una época en la que las emociones y la espiritualidad están cada vez más divididas, un poco de magia nunca viene mal, te guste lo que te guste.
