Estamos aquí para celebrar los 425 años de esta que es la vinícola más antigua de América. El día estaba soleado y estábamos a casi 30 grados, pero eso no importaba porque el verde del campo y el aire refrescaban. Eran cerca de las tres de la tarde y el sol que empezaba a cambiar de color naranja iluminaba las mesas repletas de flores y con copas transparentes esperando llenarse de vino.
Callo de hacha, lobina rayada y tacos de carne de res wagyu en barbacoa con chorizo de hormigas chicatanas fueron parte del menú –inspirado en la historia de Casa Madero– y diseñado exclusivamente para este evento por Jorge Vallejo, chef del restaurante Quintonil, con platos maridados por los mejores vinos de la casa.