Baja la temperatura y lo único en lo que podemos pensar es en pan dulce y café. En diciembre esto se traslada a un panettone que, originario de Milán, es el pan navideño por excelencia y una invitación a reunirse y comérselo a pellizcos en familia. Hasta el siglo XX, se consideraba un producto de lujo por su origen en la mansión de un duque milanés y era una tradición de la nobleza. La leyenda cuenta que el panettone surgió por accidente en el siglo XV, cuando durante una comida navideño en la mansión del duque, al cocinero se le quemó el postre en el horno, lo que llevó a uno de los sirvientes, llamado Toni, a preparar un pan con los elementos que había en la alacena: huevos, harina, manteca, cítricos y uvas.
Manteniendo la tradición, el panettone se prepara con una masa enriquecida similar a la del brioche, que tiene una fermentación lenta o de masa madre. La textura es suavecita, casi como un algodón, mientras que en sabor hay nueces, cáscaras de limón, de naranja, chispas de chocolate, además del aroma de distintas especias. No cualquiera puede hacer este postre fuera de Italia, así que buscamos las panaderías en México que lo preparan artesanalmente. Pon en tu calendario compartir un panettone o bien, una cata de panettones.