Los wine bars en la Ciudad de México llevan varios años en nuestro radar, incluso hay varios que ya podrían considerarse clásicos, sin embargo este año ha habido un boom y entre las nuevas propuestas hay una que se está convirtiendo en la favorita: Hugo El Wine Bar. Y es que es un espacio casual, sin pretensiones, donde puedes probar diferentes estilos, etiquetas y bodegas de vinos naturales. Si no sabes mucho del tema, ellos te explican y, si sabes, te llevarás gratas sorpresas
Vinos naturales y comida rica, conoce Hugo El Wine Bar: ELLE hot spot
Ya sea en la barra o en una de sus mesitas, Hugo El Wine Bar es un lugar cozy para quedarse toda la tarde comiendo, bebiendo y aprendiendo de vinos naturales.
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Hugo abrió en marzo y aunque está junto a Café Milou --otro favorito de la zona-- no es un bistro francés. Se trata de un lugar dinámico en todos los sentidos, pero en especial porque su oferta de vino por copeo es amplia y cambia cada semana, siempre hay un blanco, un naranja, un espumoso y dos tintos para que pruebes de todo un poco. Si te parece extraño que las copas son pequeñas, debes saber que son las ideales para probar vinos naturales.
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Llegar directo a la barra es como meterse en una cava, por la cantidad de vinos que hay. Y es que trabajan con pequeños productores de todo el mundo, desde tu lugar puedes ver etiquetas de Francia, Italia, Nueva Zelanda, Austria, Alemania y México. “También encontramos vinos de Georgia y los trajimos para que los conozcan. Elegimos vinos naturales por la filosofía que tienen del respeto a la uva y el proceso de creación del vino”, explica Isabel Castillo, quien es la dueña junto con Thierry Chouquet.
“Cuando comenzó la tendencia de la comida orgánica, se nos olvidó que seguíamos tomando vino convencional, es decir, industrializado. Aunque no todos son industrializados y cada quien tiene su proceso nos pareció que debíamos poner atención en estos que tienen una filosofía diferente, más apegada a lo que creemos”, asegura Isabel.
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Isabel y Thierry querían un lugar cómodo para disfrutar un buen vino y comer rico y lo lograron, pues además encontraron a Michael Crespo, un chef que llegó de California hace un par de años y que soñaba con algo similar. Él hizo un menú también muy casual, para picar y compartir (siempre que se pueda). Los platillos están inspirados en los vinos, pero lo más importante es que están hechos con amor, por eso le quedan tan bien.
Empieza con el toast de boquerones y la ensalada racicchio con grana padano y anchoas, y los calamares fritos; la siguiente copa podría ser para maridar el tartar de res, el pollo rostizado y la milanesa de cerdo con mostaza en granos. Si te queda espacio pide una más para probar el cheescake. Si no, entonces pide una más para seguir platicando y disfrutando la tarde. La carta es pequeña, pero contundente y como también trabajan con productores locales, siempre hay sorpresas. Algo que no te puedes perder es el pan porque es de Saint, una panadería cercana de la que seguro te platicaremos más adelante.
Por último, pero quizá lo más importante es que Hugo El Wine Bar está en el número 38 de la calle Veracruz, en la colonia Roma, y abre de martes a sábado de 2 de la tarde a 11 de la noche y el domingo de 4 a 10. De preferencia reserva antes de llegar porque es pequeño y se llena rápido. Además, es un lugar al que hay que regresar varias veces, así que seguro nos encontraremos ahí.
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