1. Sientes que tu voz no se escucha:
Si en tu trabajo debes ganarte el derecho a opinar o sientes que te hacen un favor cuando te lo otorgan, esa es una red flag muy grande a tomar en cuenta en tu contexto laboral.
Toma acción: Recuerda que tu punto de vista es igual de válido e importante que el de los demás, ¡tienes derecho a hacer valer tu opinión! No te dejes intimidar y comienza a hablar más en reuniones laborales.
2. Las tareas en casa no son equitativas:
Uno de los micromachismos más comunes es pensar que una mujer tiene la obligación de realizar todos los trabajos del hogar. Si este es tu caso, es momento de generar un cambio.
Toma acción: Las tareas domésticas no tienen género. Si sientes que te están dejando todo el trabajo del hogar, alza la voz y divide todo entre los miembros de tu familia. ¡Es lo justo
3. Que te expliquen algo de lo que tú sabes más:
El famoso mansplaining es más común de lo que parece y sin importar que sea “accidental”, siempre es algo incómodo y desagradable.
Toma acción: Detenlo desde el principio. Quizá te cueste trabajo las primeras veces, pero con el tiempo podrás establecer un límite inmediato para que te respeten.