Los ECOSIG, conocidos popularmente como terapias de conversión, atentan contra la integridad física y mental de sus víctimas, principalmente niñas, niños y adolescentes. Las secuelas de ser sometidos a estos procedimientos derivan en baja autoestima, trauma y muchas veces, en el suicidio. Es por eso que nos acercamos a Iván Tagle, director de Yaaj México , para profundizar sobre qué son los ECOSIG, los peligros de que sigan existiendo y dónde está parado México en materia legal al respecto.
No solo son las mal llamadas terapias de conversión, sino también prácticas como la privación ilegal de la libertad, la medicación u hormonización forzada de los cuerpos o las violaciones correctivas, es decir, mujeres lesbianas a quienes sus padres someten a abuso sexual pues creen que su orientación puede cambiar teniendo relaciones con un hombre. El común denominador de estas prácticas es ver la diversidad sexual como una enfermedad que hay que curar, pero como nos recuerda Iván “desde 1990 la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó a la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales y actualmente ha reconocido a la transexualidad como una variante más de la sexualidad humana”.