La exposición de Leonora Carrington que no te puedes perder si amas el surrealismo

Antes de que las palabras feminismo y ecologista estuvieran en las conversaciones diarias, la pintora de origen británico y afincada en México Leonora Carrington, ya vertía planteamientos afines con estos movimientos en las obras que realizaba donde la mujer y la naturaleza eran elementos constantes. Así lo muestra la exposición Cuentos mágicos que abre sus puertas en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México y donde es posible apreciar piezas inéditas y aproximarse a su trabajo en otras disciplinas como el cine, el teatro y la literatura.   La exposición es una retrospectiva atípica, según cuenta Tere Arcq quien, junto al británico Stefan van Raay realizaron la curaduría. Se trata de una recorrido temporal que arranca en la etapa temprana de creación, su contacto en Europa con el Surrealismo y su llegada a México como exiliada en la década de los años 40. Sin embargo, explican los encargados de la exhibición, el recorrido no se ciñe a la cronología de su obra, sino que se nutre con datos personales como cartas, libros y colaboraciones con sus contemporáneos. De esta manera, la obra se articula a través de ocho núcleos temáticos: La joven artista. París y Nueva York 1937-1942; El exilio en México: amigos y familia; La diosa blanca: mujeres, hechiceras y diosas; El reino animal; Religiones del mundo y mitos antiguos; Imaginación narrativa: literatura, teatro y cine; Política y feminismo; y México, espejo de lo maravilloso. Son más de 200 piezas provenientes de 65 colecciones de México, Estados Unidos y Europa, donde es visible el universo Carrington habitado por brujas, hechiceras, diosas, animales y criaturas fantásticas. De la mano de sus curadores, recorrimos esta exposición y estas son los momentos que no puedes perderte del recorrido. Sus primeras obras fechadas entre 1937 y 1942 donde ya son reconocibles los elementos que caracterizan su creación. Como en la pieza La posada del caballo del alba, un autorretrato que regaló al artista francés de origen alemán Max Ernst quien la introdujo al movimiento surrealista y su amor. El curador Stevan van Raay (Jonathan Saldaña) Una cuna que el escultor español José Horna y esposo de la fotógrafa de origen Húngaro Kati Deutsch, talló para su hija Nora, la cual fue decorada por Carrington con personajes que parecen salidos de cuentos de hadas y que narran desde el nacimiento hasta convertirse en una mujer adulta. Esta pieza es un símbolo de las colaboraciones creativas que emprendieron los artistas exiliados en México. Leonora Carrington La exposición también es única por que algunas de sus piezas son inéditas. Tal es el caso de estas muñecas creadas en conjunto con Kati Horna y que, según la curadora Tere Arcq, representaban para Leonora talismanes o fetiches. Piezas inéditas de la exposición (Jonathan Saldaña) En la exhibición se muestra también la incursión de Leonora como creadora teatral. Se exhibe el guión original así como diseño de vestuario y máscaras para la obra que escribió en 1969 titulada Opus Siniestros. La obra nunca logró estrenarse, sin embargo como parte de las actividades conjuntas la Compañía Nacional de Teatro, hará una reinterpretación los sábados a partir del 5 de mayo en los jardines del Museo. Escultura que forma parte de la muestra. (Jonathan Saldaña) También el espectador puede aproximarse a los libros que inspiraron a Leonora a lo largo de su vida. Uno de ellos, La Diosa blanca donde Robert Graves estudia todas las mitologías del mediterráneo y rescata toda la información de cómo todos estos pueblos en sus inicios estaban regidos por un matriarcado donde se venera a una Diosa madre, la cual está representada en diversas pinturas de Carrington como en Y entonces vimos a la hija del Minotauro. Y entonces vimos a la hija del Minotauro (Jonathan Saldaña) Según el curador Steven van Raay, el tarot era muy popular entre Leonora y su grupo de amigos al que pertenecían María Félix, Octavio Paz y Alejandro Jodorowsky. Incluso, dice, había sesiones de tarot en la cocina de la casa de la pintora. Su gusto por el azar y la magia también está representado en sus pinturas como está que es inédita. Leonora Carrington El recorrido lo cierra un gabinete con fotografías de Leonora capturadas por las fotógrafas Lee Miller y Kati Horna, así como por su esposo Chiki Weisz.      También se exhibe la licorera El rey del tequila que Leonora Carrington trabajo en 2009 bajo comisión para Tequila 1800 la cual está inspirada en la figura del maguey y en el significado de esta bebida en la cultura mexicana. De esta pieza existen 15 licoreras valuadas en 30 mil dólares por serie, las cuales posiblemente serán subastadas para apoyar alguna causa filantrópica aún por definir. Pieza realizada por Leonora en 2009. (Jonathan Saldaña)