Pueden distinguir entre muebles de diseño actual, los que nunca lo fueron y los que ya no lo son, pero es entonces cuando sacan de su sombrero mágico pañuelos de colores llenos de datos: historia, diseñadores, materiales y su funcionalidad; pañuelos que día a día se van almacenando y actualizando con las imágenes que contempla e inventa su dueño.
Imaginan en los espacios combinaciones de colores antes de que aparezcan; que cambiarán nuestras emociones y nuestro sentido del humor. Con sus trucos ilusionistas, estos magos pueden agrandar zonas pequeñas y reducir grandes áreas, convirtiéndolas en espacios acogedores donde disfrutamos estar.

Gracias a su inaudito sentido del tacto pueden describir texturas y sensaciones con los ojos cerrados. Con sus mágicas propuestas crean agradables sensaciones, la calidez y la suavidad de un tapete cuando estamos descalzos o la comodidad de una sobremesa larga sentados en sillas ergonómicas alrededor de una mesa con la altura ideal.
Estos magos pueden oír nuestras ideas por horas y tan solo en unos minutos saben lo que verdaderamente necesitamos, pero para realizar de la mejor manera el gran acto se toman más tiempo, ya que su ejecución no es fácil, debe sorprender y encantar al espectador. Tan solo con imaginar el acto final se emocionan, delatando su pasión por la magia que se va desarrollando en su mente.