Se llama Villa Copenhagen y está situado en la mejor zona de la ciudad danesa. Está al lado de los Jardines de Tivoli, una de las mayores atracciones. El edificio tenía arquitectura neobarroca de 1912 y el hotel logró mantener esto junto con la vanguardia del diseño escandinavo para que siga otros cien años. En total el hotel tiene 381 habitaciones en los cinco pisos del hotel y cada una de ellas recrea una residencia danesa.
Literalmente cada habitación es tan cozy como una casa danesa.
Se mantuvieron las ventanas originales con la restauración. Entre los detalles del interiorismo están los techos altos, suelos de madera en espiga, toques dorados y una paleta de colores pastel que rinde homenaje a las pinturas del maestro danés del siglo XIX Vilhelm Hammershøi. Este es el antes de las ventanas.
Y así lucen tras la restauración.