Por Gabriela Ramos Caldato El maestro Carlos Cruz-Diez uno de los máximos exponentes del arte cinético a nivel mundial, falleció en París, Francia el pasado sábado 27 de julio por causas naturales a los 95 años. El venezolano fue reconocido en vida como uno de los artistas latinoamericanos más prominentes de la segunda mitad del siglo XX e inicios del XXI. Sus investigaciones y propuestas han aportado al arte una nueva comprensión del fenómeno cromático, convirtiéndolas en unas de las más importantes del arte cinético. Logró demostrar que el color, en interacción con el observador, se convierte en una realidad autónoma que existe sin ayuda de la forma o necesidad de un soporte.
Hombre estudiado, curioso, benevolente y pionero en su visión y técnica. En sus más de 70 años de carrera artística, Carlos Cruz-Diez abarcó ocho investigaciones sobre la autonomía del color; realizó más de cien integraciones de arte en el espacio público y sus obras forman parte de las colecciones permanentes del Museum of Modern Art (MoMA), Nueva York; Tate Modern, Londres; Centre Pompidou, París; Museum of Fine Arts, Houston, entre otros. Fundó tres talleres de arte ubicados en Caracas, París y Panamá. Creó la Cruz-Diez Art Foundation en Houston; recibió la Legión de Honor (Légion d’Honneur), la condecoración más importante que otorga el gobierno de Francia, entre otros invaluables premios y reconocimientos. Al dirigirse al museo Broad en Los Ángeles, California , notarás que la línea peatonal fue intervenida por el artista. Sus exposiciones más prominentes fueron la Bienales de Venecia en 1970 donde los críticos alabaron su trabajo. Luego, la retrospectiva en el Museo de Arte de Houston fue un espacio alucinante donde el espectador era parte del color y la luz mientras así se exploraba la instalación, este fue un performance que permitió al espectador lograr entender y experimentar el color desde el punto de vista del artista. Su última exposición privada tuvo lugar en la ciudad de México en la Galería RGR.
Galería RGR Con su entendimiento único del color, Cruz Diez, hizo de lo abstracto un mundo propio de un atractivo cautivador. Fanáticos alrededor del mundo le agradecen por su invaluable aporte no solo al arte sino a la vida de los ciudadanos que hoy en día se topan con sus piezas e intervenciones y son fácilmente sumergidos en un submundo cinético de esplendor, belleza y diversión a la hora de entenderlo, como lo son sus intervenciones peatonales en el , en el exterior del Mumok Musseum en Viena, la pasarela cromática en el centro Pompidou, lobby del aeropuerto internacional en Maiquetía.
Sin tabúes cronológicos con el entusiasmo de un joven posa a los 92 años, para un cuadro ken mimetismo del afamado artista chino Liu Bolin.
En este momento se exhibe una Exposición Personal en el Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad de Panamá (MAC Panama) .