Hace casi una década que Emma Watson, Daniel Radcliffe y Rupert Grint se despidieron de una de las sagas más queridas y exitosas del cine y la literatura. Pero la historia de las películas estuvo a punto de ser muy distinta, pues en un movimiento muy Hermione, Emma estuvo a punto de renunciar a su papel en Harry Potter. Con la saga ganó más de 20 millones de libras, pero para la actriz nunca fue cuestión de dinero, sino de formación. Desde los nueve años estuvo sujeta a un contrato con Harry Potter y la Piedra Filosofal, pero su contrato llegó a fin para la quinta película —La Orden del Fénix— y tenía que renovarlo. Sus compañeros no lo pensaron y firmaron, pero Watson estuvo a punto de tomar la salida y abandonar la saga.
“Tengo esa estructura cuando estoy trabajando en Potter. ”, confesó Emma a Daily Mail . La intérprete de Hermione estaba cansada y agobiada porque prácticamente pasó su niñez y toda su adolescencia en los sets de Harry Potter. Además, quería ir a la escuela y tener estudios. Era el 2006 y Emma tenía 16 años, así que estaba considerando su paso a la universidad y el hecho de tener una vida normal sin ser controlada por un estudio de grabación. Tuvo que explicar esta situación a los productores. “Emma, en particular, era bastante académica y estaba muy interesada en la educación y luchaba un poco más que los demás. Entonces, cada vez que había una negociación, no se trataba de un financiero, realmente se trataba de '¿Quiero ser parte de esto?”, explicó el productor ejecutivo, David Heyman a THR.