Emma Watson no estuvo presente durante la ceremonia de la 90º entrega del Oscar, pero claramente hizo un statement muy a su estilo durante el aftery party de la gala. La actriz es conocida por ser una feminista por excelencia y por defender los derechos humanos a toda costa. Además, es embajadora de la buena voluntad de la ONU y lidera la campaña #HeForShe. También es una de las celebridades que más ha demostrado apoyo hacía #TimesUp y #MeToo. Durante los Golden Globes vistió de negro a favor de los movimientos y en la fiesta de Vanity Fair, también contribuyó a la causa de una forma muy especial. Emma Watson asistió a la fiesta más aclamada de Hollywood con un fleco arriesgado por ser extra corto, sin embargo eso no fue lo que más llamó nuestra atención, sino su nueva adquisición en contra del abuso sexual. La intérprete de La Bella y la Bestia usó un vestido negro con aplicaciones en la parte del escote y sin mangas que dejaba al descubierto un tatuaje que decía “Times Up” en letras cursivas. Lee: Los looks más desafortunados de los premios Oscar 2018
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