Una plática entre Diego Calva y Trinidad González: El secreto del río
La amistad de Trinidad González y Diego Calva va más allá de sus personajes, Sicarú y Erik, en El Secreto del Río, es auténtica y así lo demuestran en esta conversación íntima.
Hay historias que son simplemente necesarias por las conversaciones que abre, por la visibilidad que trae y por su mensaje, El secreto del río es una de ellas. A las pocas horas de su estreno en Netflix entró en el top global de plataforma por su poder para conectar con la audiencia. El secreto del río es una historia de amistad, de aceptación, de autoconocimiento y de empatía.
En una conversación íntima, llena de reflexiones y también de risas, Diego Calva y Trinidad González, protagonistas de El secreto del río, hablaron sobre su trabajo, la importancia de la representación y el futuro de sus carreras.
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Trinidad González: Tengo una serie de preguntas aquí. ¿Cuál es tu momento favorito entre Sicaurú y Diego? Y Erik y Diego...
Diego Calva: Híjole, mi momento favorito… Yo diría que son dos. Me gusta mucho cuando se encuentran, porque pues el güey pone una cara de pendejo y de susto que es muy chistosa. Y en la edición que hizo Ernesto, que ves el universo ideal donde se reencuentran, es muy bonito y muy heartbreaker. El otro es el de la playa, güey. Ese a mí me encanta. Me parece chidísimo. Esa cosa de poner el presente y el pasado es muy emotiva.
Trinidad: Sí, es linda. ¿Cómo viste esa escena? ¿O nada más te acuerdas?
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Diego: No, no la he visto, pero me acuerdo cuando la grabamos. Y me acuerdo mucho de que estaban Frida (Manuel niño) y Mauro (Erik niño). ¿Te acuerdas? Eso era muy cabrón de ver, se sentía el flashback.
Trinidad: Estuvo lindo.
Diego: A ver, yo te voy a preguntar algo diferente, güey. Espero la respuesta sea así. ¿Te volverías a rifar con la actuación? ¿Te gustó? Mi pregunta tiene una segunda parte, pero vamos una por una. ¿Te gustaría seguir en la actuación?
Trinidad: Sí. Sí disfruté la experiencia. Aunque estuvo bastante intenso, creo que sí me gustaría volver a hacer algo, pero un papel muy diferente. Algo que me saque de mí.
Diego: Ok. Vámonos una y una, así ping pong. A ver... ¿Qué te hubiese gustado que Sicaurú hiciera por Erik?
Trinidad: No sé qué me hubiera gustado, pero sí me imagino lo que no vemos, lo que pasaría después. Después del choque de ambos mundos, el reencuentro, y del desmadrito que les pasa, pues el pasado los persigue. Cuando se soluciona, creo que hay un momento chistoso que siempre fantaseaba: lo que sigue de su amistad. Erik tendría un chingo de preguntas. Me hubiera encantado ver cuando realmente se cuentan qué les pasó. Hay toda una parte de la vida de Sicaurú que no se muestra en la serie. Yo creo que esa conversación me hubiera encantado verla. Porque te contó solo una parte de lo que pasó en la playa, pero no fue todo.
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Diego: No, no, no. Bueno, yo lo que pensé de preguntas era como en los rollos de la actuación. Se me olvidó que teníamos que vender esta serie (ríe). Pero bueno, yo generalmente me llevo algo de los personajes. He tenido la fortuna de interpretar algunos que parecen calcados de mi vida real. Me pasó en Te Prometo Anarquía, me pasó en Babylon. Espejos cabrones. Me imagino que entre tú y Sicaurú hay un chingo de espejos y diferencias. Pero ¿qué te llevas al final? A mí me gusta pensar que los personajes algo te dejan, ya sea un aprendizaje o algo como aprender a cabalgar. ¿Qué te dejó Sicaurú?
Trinidad: Me deja este rollo de confiar más en mí. De que puedo hacer las cosas que me proponga. Y mucha valentía. Conectar con ella fue algo muy cabrón. Con Nova, todo el trabajo. También recordar a esa Trinidad olvidada. Creo que eso fue lo más lindo. Pero sí, valentía, esa es la palabra.
Diego: Oye, yo te iba a preguntar eso igual. Pero bueno... A ver, ¿un momento favorito durante la grabación de nosotros?
Trinidad: Un momento favorito... Híjole, hubo varias situaciones chidas. Fue un rodaje complicado. Me acuerdo de ese hotel medio de cajas de zapatos donde vivíamos. Me gustó mucho el primer día de la filmación. No sé si estabas por ahí, pero vi una pequeña escena de Mauro, el chavito. Me tocó verlo actuar. Luego entraba yo en la escena, que es un paneo de la cámara del pasado al presente. creo que me gustó mucho verme de chiquito. O sea, no a mí, pero no me había tocado ver un casting así de pasado-presente, de niño-adulto. Y me sacó mucho de onda ver al Mauro, se parece a mí el cabrón. O yo a él, no sé cómo decirlo, pero eso me gustó mucho. Y el final, ¿te acuerdas del último día en la playa? Eso también estuvo muy chido.
Diego: Esos dos momentos. Y pensando en que se te antoja volver a actuar, ¿qué tipo de personajes te gustaría interpretar?
Trinidad: Ay, no sé... Me gustaría algo como lo que hablábamos con La Bruja de Texcoco, ser la villana. No maldita por ser maldita, sino con un algo, con un pasado muy cabrón.
Diego: Un dramón, un personaje cargado. Con razón. Esa vieja es así por algo.
Trinidad: Sí, que la odien.
Diego: A mí me encantaría verte en algo de acción. Verte romperla, estaría muy chido.
Trinidad: Sí, estaría muy cabrón.
Diego: Pero bueno, otra pregunta loca: ¿crees que Erik tenía sentimientos más allá de la amistad con Sicaurú?
Trinidad: Yo creo que sí. Cuando eres morro, hay momentos locos, como de enamoramiento sin tanto rollo sexual. Y en el regreso, en el reencuentro, creo que es humano tener curiosidad y sentimientos encontrados. Erik siente algo por Sicaurú más allá de la amistad, incluso atracción física, aunque su machismo lo limite. Si fuera más deconstruido, igual estaría en una situación platónica. Son sentimientos que trascienden grupo social, sexualidad, color y sabor.
Diego: Cuando yo estrené Babylon, la pandilla me empezó a preguntar, tanto en México como en Estados Unidos, qué pensaba de la representación. O sea, qué pensaba de hacer un personaje mexicano en Estados Unidos, qué pensaba del color... sobre todo eso, la representación. Y fue una cosa que, al menos en mi camino, nunca me había pasado por la cabeza. No empecé a actuar pensando en esto, ¿no? Como que nunca lo había reflexionado, lo importante que es la representación y cómo me afectaba. Es algo que he ido entendiendo poco a poco y, más que nada, en cómo quiero involucrarme con esto. Pero dime, ¿tú qué opinas? ¿Cómo sientes que está la situación en el audiovisual? No solo en México, sino universalmente. Siento que los estereotipos, no solo mexicanos, sino sexuales, son muy marcados. Tú lo mencionaste antes, y me parece importante, porque la comunidad trans, la comunidad gay, están siempre atrapadas en estos clichés. ¿Tú cómo sientes la representación?
Trinidad: A las mujeres trans nos ponen como caricaturas en los proyectos, pero creo que ya está evolucionando. Hay mujeres que ya no hacen necesariamente el papel de mujer trans, sino de mujer, y punto. Me encantaría llegar a un personaje que me conecte, que sea algo muy digno, con el mismo entusiasmo que le puse a este proyecto. Historias como esta van abriendo caminos. Soy la primera mujer trans en protagonizar algo así, pero mañana será otra, y luego otra, y poco a poco se irán eliminando los prejuicios, los estereotipos. Lo mismo que mencionabas de que si eres mexicano solo haces de chofer o de mujer de servicio. Me encanta cómo Eiza González rompe con esos paradigmas; cada vez puede hacer más y más cosas. Vamos por un buen camino.
Diego: Es muy importante ver a la pandilla en ciertos lugares. Yo nunca lo había reflexionado tanto hasta que la gente te lo dice. Y no es porque te sientas una figura importante, sino porque, en nuestra chamba, hacer algo tan visible tiene una responsabilidad. Lo clásico de Spider-Man: "un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Es importante para los chavitos ver a alguien como ellos en la pantalla: las chavitas trans, los chavitos mexas, ver que hay alguien en Netflix. Parece una pendejada, pero no lo es. Ahora me doy cuenta de lo necesario que es elegir papeles con dignidad y propósito.
Trinidad: Hay cosas que te parecen muy normales hasta que las ves desde fuera y dices: "No mames, claro que estoy aportando algo". Pero a ver, ¿Qué crees que hubiera pasado si Sicarú se hubiera quedado en el pueblo?
Diego: Híjole, esa pregunta está fuerte. La verdad, creo que le vino bien irse. Fue complicado, seguramente, pero México sigue siendo un lugar donde está muy cabrón salirse de ciertos moldes. Siento que si se hubiera quedado, su vida sería muy similar a la de las amigas que se reencuentra. Tal vez seguirían siendo amigos, pero no con la misma perspectiva que tiene ahora, ni con lo que ha aprendido fuera. Al regresar, ella puede aportar muchísimo a su pandilla del pueblo, pero no como una maestra, sino compartiendo su experiencia. Si se hubiera quedado, probablemente estaría siendo muxe, lo cual no está mal, pero no hubiera alcanzado lo que tiene ahora.
Diego: Voy a seguir con preguntas más random. Si tú y yo volviéramos a hacer una serie o película juntos, ¿qué te gustaría hacer? Yo digo, algo tipo Sr. y Sra. Smith, y nos agarramos a balazos, pero en Tlatelolco.
Trinidad: O en Tepito.
Diego: Exacto, una película de acción. Ahora, si pudieras escoger a una actriz y a un actor para trabajar, ¿quiénes serían?
Trinidad: Danna Paola y Juanpa Zurita... Nah, Erika Buenfil y... ¡Ay! No me sé los nombres de nadie, pero... soy fan de Eiza González.
Diego: Con Eiza estaría chingón.
Trinidad: Sí, los tres. ¿Por qué no?
Diego: Saludos a la prima de Eiza.
Trinidad: Exacto, y a tu tía también.
Diego: ¿Y quién crees que ganaría en una carrera de mototaxis?
Trinidad: Obvio yo.
Diego: No, se te apagaría el mototaxi. En la vida real, tú. En la serie, Erik. Pero manejando en la vida real, no sé.
Trinidad: Tengo videos tuyos batallando con el mototaxi. Buenísimos.
Diego: Sí, me estoy exhibiendo, pero bueno. Siguiente pregunta. Creo que esta serie va a conectar, no solo en México, sino globalmente. El streaming tiene esa ventaja.
Trinidad: Sí, definitivamente.
Diego: Ya para terminar, ¿cuál es tu película favorita? O mejor, si pudieras hacer un remake y actuar en ella, ¿cuál sería?
Trinidad: Juego de Gemelas, yo haría ambos papeles.
Diego: Y yo te pondría a hacer Fight Club. Tú serías Brad Pitt.
Trinidad: Yo tengo dos. Me encantaría hacer Titanic y también Mean Girls.
Diego: ¿Pero cuál serías?
Trinidad: Lindsay Lohan, definitivamente. Y tú serías Regina George.
Diego: Totalmente.
Trinidad: Yo a ti te pondría a hacer Amar te Duele.
Diego: Ya lo hice, se llama Te Prometo Anarquía.
Trinidad: ¡Qué hueva! Pero qué chido.
Diego: Pues, muchachos, ha sido una gran plática.
Trinidad: Sí, lo mejor en años.
Diego: Yo ya me tengo que ir, pero me encantó platicar contigo.
Trinidad: Igual.
Foto: José Manuel Rodríguez Maquillaje: Aleida Gómez Pelo: Israel Quiroz Moda: Natalia Sánchez Producción: Alonso Díaz