Cuando el caos de la vida moderna se vuelve demasiado, a veces, no hay nada como permitirte realmente llorar. Resulta que la catarsis que viene de derramar algunas lágrimas es muy real. Varios estudios han documentado los efectos muy reales – y positivos – de llorar, desde permitirte procesar emociones difíciles y lidiar con el estrés, hasta realmente hacerte sentir mejor que antes, gracias a la liberación de químicos que generan bienestar como la oxitocina y las endorfinas.
Y cuando surge el ánimo, ¿qué mejor manera de hacer que fluyan las lágrimas que bajar las luces y sintonizar una película triste? Ya sea que quieras realmente sumergirte en una clásica historia de desamor, o prefieras tocar tus fibras sensibles con una conmovedora (aunque usualmente igualmente devastadora) historia, te tenemos cubierto. A continuación, los editores de ELLE US comparten sus películas favoritas para ver cuando necesitas un buen llanto.