No importa a dónde vaya, Kim Kardashian siempre se las ingenia para robar miradas, inclusive si se trata de una boda. La estrella de reality show asistió al enlace matrimonial de su amiga y ex asistente, Stephanie Sheperd y para la ocasión optó por un look que causó revuelo por ser demasiado atrevido.
Kim Kardashian eligió un vestido negro de Alaïa que dejaban muy poco a la imaginación. El diseño con un mini top con bandas mostraba gran parte de su abdomen, mientras que la falda de velvet tenia aperturas en zig-zag por todo lo largo, que dejaban al descubierto que llevaba puestos unos calzones a juego.