El millonario contrato que Meghan Markle y el príncipe Harry firmaron con Netflix tras su salida de la familia real está en la cuerda floja. En caso de que no lo recuerdes, los duques acordaron con la plataforma de streaming crear y producir una serie documental sobre sus vidas pero ahora que la reina Isabel ha muerto, no están seguros de querer seguir adelante con el proyecto, o al menos no como lo tenían planeado en un inicio.
De acuerdo con diferentes informes, Meghan Markle y el príncipe Harry comenzaron a grabar el documental cuando llegaron a vivir a Montecito, California. Ahí filmaron su día a día y supuestamente, dejan ver cómo empezaron una vida lejos de la realeza, cómo crían a sus hijos y al parecer, incluyen escenas de sus pleitos con el resto de la familia real, mismas que buscan editar para aliviar la tensión que existe actualmente entre ellos y la firma.