Los testamentos reales nunca se hacen públicos. Esto significa que lo que suceda con gran parte de la riqueza personal de la reina Isabel después de su muerte la semana pasada seguirá siendo un secreto familiar. Pero el año pasado, Forbes estimó que la fortuna personal de la difunta monarca valía 500 millones de dólares. Esto reuniendo sus joyas, colección de arte, inversiones y dos residencias: el Castillo de Balmoral en Escocia y la Casa Sandringham en Norfolk. La reina heredó ambas propiedades de su padre, el rey Jorge VI.
Sin embargo, la mayor parte de la riqueza de la familia real, que suma al menos 18, 000 millones de libras esterlinas; es decir 21, 000 mil millones de dólares, en tierras, propiedades e inversiones, pasa ahora hacia el nuevo monarca, el rey Carlos, y su heredero el príncipe William , quien finalmente se quedará con el trono después de su padre. Esto es lo que el duque de Cornualles y ahora también, príncipe de Gales heredará de su abuela.