La realeza tiene todo tan bien planificado y estructurado que el ataúd de la reina Isabel fue diseñado desde hace más de 30 años. De acuerdo con The Times, el féretro de la difunta monarca está hecho de roble ingles, uno de los materiales más costoso y difíciles de encontrar. Además, es hermético gracias a que está forrado en plomo, lo que permitirá que se cuerpo se conserve en un mejor estado.
El ataúd de la reina Isabel II es casi idéntico al de su difunto esposo, el príncipe Felipe de Edimburgo . Presenta las insignias de la monarquía británica, el cetro y el orbe en la zona de la tapa y asas de latón, lo que está permitido únicamente para los féretros de la realeza.