La princesa Diana, cuyo mediático matrimonio y divorcio del príncipe Carlos fascinaron al mundo, falleció a los 36 años en un accidente de auto siendo perseguida por los paparazzi en París el 31 de agosto de 1997, hace exactamente 25 años. Sus dos hijos, William y Harry, que entonces tenían 15 y 12 años, conmovieron a millones al caminar juntos detrás de su ataúd, conteniendo las lágrimas frente a las cámaras.
Hace solo cinco años, para el vigésimo aniversario de la muerte de Lady Di, William y Harry asistieron a conmemoraciones públicas y hablaron de su madre. Sin embargo, tras su distanciamiento por la partida de Harry y Meghan de la realeza , este año no será así. A pesar de que 25 años es una fecha especial de conmemoración, los hermanos han decidido no juntarse ni hacer apariciones.
Los distanciados hermanos pasarán el día en lados opuestos del mundo con sus respectivas familias. Según el medio británico Daily Telegraph, ambos “han decidido poner un límite a sus conmemoraciones públicas", y los portavoces de ambos príncipes han confirmado que cada uno conmemorará la ocasión en privado, Harry en su casa en California y William en Windsor.
Ahora con 40 años, William se mudó de Londres este verano para trasladarse con su esposa Kate y sus tres hijos a Windsor , al oeste de la capital, y también hogar de la reina Isabel II. Su hermano menor, Harry, de 37 años, vive en una residencia en Montecito, California , con su esposa Meghan y sus dos hijos, después de que la pareja decidiera abandonar la Familia Real en 2020.
Por su parte, Harry , quien admitió que la muerte de su madre afectó su salud psicológica, dijo que pasaría el día con su familia. “Todos los días espero hacerla sentir orgullosa", dijo la semana pasada en una cena benéfica en Estados Unidos contra el sida, una causa muy cercana a la princesa . "Quiero que sea un día lleno de recuerdos de su increíble trabajo y amor", confesó.