En 2010 estrenó una serie que rompía con los paradigmas de lo que conocía la televisión mexicana hasta entonces. No era una telenovela, no era una película... era Soy tu fan. Un refrescante retrato de un grupo de treintañeros resolviendo sus vidas, con todo lo que eso implica. En 2012, un viaje en globo nos dejó esperando la continuación de una tercera temporada que nunca llegó. Pero ahora, una década después, Charly, Nico y todo su clan están de vuelta gracias a Soy tu fan, la película.
Charly, Nico y todo el clan nos cuentan su regreso en la película de Soy Tu Fan
Para Edwarda Gurrola lo que hacía diferente a Soy tu fan era que le hablaba a un público desatendido por la televisión hasta entonces, el de los jóvenes adultos. Además de que por primera vez se exploraba un formato que no se hacía en México. “Si ves la primera temporada, tiene cortes medio camp. O sea, está Charly cogiendo, corte A, las albóndigas en la cocina”.
Aunque su personaje, Vanesa, estaba planeado para tener una participación más pequeña, se ganó su lugar como uno de los más entrañables. Con la libertad de improvisar en sus ocurrentes diálogos, hizo de ella un personaje “incómodo y punk”. “Yo creo que es como un muppet, un monstruo ahí que entra y provoca, y eso es lo padre de Vanesa”, dice.
Johanna Murillo cuenta que se quedaron con tantas ganas de seguir contando la historia de los personajes cuando se canceló la serie que ella y sus compañeros de elenco, junto a Constanza Novick, la creadora, insistieron e insistieron en retomar el proyecto. Diez años después, ¡lo han logrado! “Queremos que sean muchísimos años más” dice Ana Claudia Talancón “¡pero que no vuelvan a pasar diez años entre temporada y temporada!”.
Del regreso de Charly, nos adelanta que ha reflexionado sobre aquello en que la regó y ha madurado lo suficiente emocionalmente como para dejar de pensar que no nació para amar. Eso sí, el mal humor y lo grumpy siguen estando, porque hay cosas que, a pesar del paso del tiempo, nunca cambian.
A pesar de que Soy tu fan cuenta una historia universal, la serie tiene corazón chilango, y otro de sus grandes aciertos fue la manera en que convirtió al entonces DF, en un personaje más. “En las temporadas uno y dos siempre estuvo muy presente la ciudad, los diferentes barrios donde vivían los personajes (como Coyoacán y la Condesa)... y en la película lo extraño un poco porque salen de la ciudad y ese es el pretexto para que la película suceda”, dice Martín Altomaro.
Sobre el regreso de Nico, se confiesa fan de todo lo que les pasó a los personajes en una década y su evolución. Aunque sabe que hay quienes tachen a Charly de gruñona y a Nico de intenso, para él son estos claroscuros de los personajes lo que los hace tan identificables.
De esta manera tan fresca para la época de retratar a los personajes, Juan Pablo Medina cree que “no era una serie que pretendía hablar de estereotipos, sino de personas. Creo que eso fue muy lindo y por eso la gente conectó cabrón, principalmente con ellos dos (Charly y Nico), pero también con los demás”.
Al seguir desmenuzando los elementos que hicieron tan icónica esta producción, todos en el elenco coinciden en que no se puede hablar de Soy tu fan sin mencionar a Carla Morrison. Su música acompañó a este grupo de amigos a lo largo de amores y desamores, y gracias a esta exposición en el curso de dos temporadas, Carla también ganó popularidad.
Musicalmente, Soy tu fan es melancólica pero también guapachosa. No podríamos contar el romance de Charly y Nico sin las cumbias de Agrupación Cariño como leitmotiv. Pero para Camila Selser, esta misma dualidad define la serie. “Son estas dos cosas: mucha melancolía y romanticismo, así como este existencialismo femenino, y por el otro lado, la pachanga, la fiesta, la cumbia, la gozadera, la fiesta y el alcohol”.
Maya Zapata recuerda que veía en Soy tu fan cierta falta de rigor que más adelante supo interpretar como una de las claves de su éxito, pues fue este mismo el que logró que los intérpretes actuaran de forma más natural. “Hablaban como todos hablamos, con groserías. Es decir, era una serie muy refrescante”. Y aunque no se salvaron de un par de multas por el lenguaje, fue un precio que estaban dispuestos a pagar para mantener la autenticidad.