Supuestamente, la actitud indiferente de Nicola hacia Victoria no ayudó a que la diseñadora se fuera acostumbrando a la presencia del nuevo miembro de su familia. A pesar de que han pasado meses desde la boda, la situación entre ellas no mejora, de hecho está peor que nunca.
Fuentes cercanas aseguran que Nicola y Victoria ni siquiera puedan estar juntas en el mismo lugar y que esta guerra fría entre ellas incluso ha dañado la relación de la diseñadora con su hijo, Brooklyn Beckham pues desde hace meses tienen muy poco contacto con él.