Autodenominarnos queer requirió valor. Nos apropiamos de las palabras que se usaron con el fin de lastimarnos para que ya no duelan. Las resignificamos para querernos más, para celebrarnos, para diferenciarnos, para unirnos y para ocupar los espacios que nos corresponden. Porque merecemos ser nombrados y merecemos ser vistos.
Por eso llamamos a diversos miembros del colectivo LGBTQ+ a quienes admiramos, para que del mismo modo en que nos inspiran a nosotros, puedan inspirar a alguien más a vivir libremente. Les preguntamos qué los hace sentirse más orgullosos de ser queer, y estas fueron sus respuestas.